Indocumentado por casi 30 años obtiene residencia

Cuando Juan Carlos Alvarado recibió un sobre del correo que sospechaba podía ser de migración, se lo pasó nervioso a su esposa. “¡Ábrelo tú!”, le pidió. En segundos, su mujer lo volteó a ver y le dijo lo que por 26 años anheló escucha  

Recibí la tarjeta el viernes 10 de marzo. El domingo 12 de marzo nos fuimos a Tijuana. No iba desde 1991. ¡Qué mejor manera de celebrar que con unos tacos de carne asada!”, dice lleno de felicidad.

Aunque en pocas horas la felicidad se transformó en miedo cuando llegó el momento de volver a Los Ángeles y cruzar la frontera sur. “Con todo lo que se dice de Donald Trump, tenía muchos temores. Pero no tuvimos ningún problema para cruzar. Mostré con toda seguridad mi tarjeta de residencia al oficial y nos dio el siga”, recordó.

Alvarado vino de Jalisco, México a Estados Unidos a los 18 años. Ya había cruzado la línea cuando la Migra lo pescó. Al día siguiente, lo volvió a intentar. Esta vez logró pasar con ayuda de un coyote.

Un año después —en 1989- consiguió una carta de una compañía que daba cuenta que había trabajado en el campo, con la que consiguió una tarjeta de residencia condicional en base a que fue calificado como trabajador temporal bajo la Amnistía de Reagan, la ley que legalizó a unos tres millones de indocumentados en 1986.http://eldiariony.com/2017/03/21/no-hay-imposibles-indocumentado-por-casi-30-anos-obtiene-residencia/

El hombre de 48 años de edad tiene plena seguridad que la residencia permanente le abrirá las puertas para mejores oportunidades.


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