Prefirió no comer pero que sus hijas comieran

La imagen de una familia disfrutando en un restaurante de comida rápida podría ser algo común, si no fuera porque el padre sólo mira a sus hijas mientras ellas comen.

Se trata de un padre soltero de 38 años, que responde al nombre de Ryan Arebuabo, y a quien no le alcanzaba para pagarse su comida, por lo que prefirió que sus hijas tuvieran la satisfacción de alimentarse.

De acuerdo con La guía del varón, la familia vive en un cuarto de 4 metros cuadrados hecho con tablas y láminas oxidadas en Tondo, Manilla.

 El padre de familia gana entre 40 y 80 pesos mexicanos con su pequeño puesto de frituras callejero, y gracias a una ayuda económica del gobierno de 800 pesos al mes, puede darle de comer a sus hijas y mandarlas a la escuela.

La tragedia es constante en la vida de Ryan, pues ya es sobreviviente de un ataque al corazón que lo dejó incapacitado para trabajar en algo de más exigencia. Además, quedó como papá soltero cuando su mujer lo abandonó.

Diariamente lleva a sus hijas de 8 y 6 años a la escuela, y pretende demostrarle a la sociedad y a su ex, que pese a las carencias, es un gran padre.


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