Los sonidos sexuales de una pareja obligaron a interrumpir un partido de tenis. Ocurrió durante el Sarasota Open, en Florida en donde se enfrentaban los norteamericanos Frances Tiafoe y Mitchell Krueger.
Mientras se jugaba el segundo set, sucedió lo impensado: el ruido que se oía desde el court hacía perder la concentración en el peloteo a los tenistas. Lo que se escuchaba era a una pareja teniendo sexo. Uno de los comentaristas de la televisión norteamericana pensó que era el ringtone de alguien del público, pero no era así.
El partido continuó. Minutos después Frances Tiafoe, intentó descifrar de dónde venía el ruido. En ese momento se dieron cuenta que los gritos venían de una casa cerca de la cancha. Cuando Tiafoe se dispuso a sacar de nuevo y cansado de los gemidos le gritó al público: "¡No puede ser tan bueno